Queridas brujas, preparadas para la noche del 31 de octubre: la tierra necesita de la feminidad mágica y amorosa de ustedes, de ese maravilloso poder de la intuición que las bendice con la caricia de la luna y las reminiscencias célticas del Samhain. Esta facultad del rayo que ilumina, es el poder más grande que ustedes poseen y que cuando juiciosamente lo desarrollan con parámetros éticos, las convierte en seres humanos extraordinarios, capaces de trasformar este pesado Kali Yuga de la humanidad.
La magia del amor es una fuerza que cuando se manifiesta nos otorga licencia de ver y crear un encuentro perceptivo con el otro y con el entorno, así es como se producen las trasformaciones que requiere nuestro ser y desde donde impulsamos nuevas visiones.
No dejen de cultivar el cuidado de ver con ojos de asombro y con ojos de vidente. De ellos nace la claridad para ejercer con sabiduría la divina práctica de la alquimia, ese arte que nos otorga el poder de unir lo que otros separan.
Merlin las acompaña en la mística operación de ver y transformar el mundo.
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